Riesgos y alternativas de la compra de listas de correos electrónicos
Recientemente algunos expertos han condenado a muerte a la tradicional práctica de mandar correos electrónicos como método de comunicación interna y externa en las empresas, sin embargo, varios estudios demostraron que el correo electrónico seguirá “dando guerra” a pesar de los pronósticos de los expertos.
Este sistema es tan antiguo como efectivo. Si se emplea correctamente, aún tiene muchas posibilidades que ofrecer, sobre todo combinado con los medios de comunicación social.
Para sacar el mayor rendimiento al envío de correos electrónicos y las listas de contactos es esencial recordar esta máxima: comprar listas de correo electrónico es una mala idea. Para el que recibe emails sin desearlos supone una frustración que provoca rechazo hacia la empresa que lo envía.
Para la empresa también hay consecuencias negativas. Meghan Keaney Anderson, directora de marketing de producto de HubSpot, resume en dos las consecuencias negativas de comprar listas de contactos:
1. Puede dañar su calificación de emisor
La calidad de las empresas como emisores es calificada en una escala de 0-100 en función de la relación de los correos electrónicos no entregados y los informes de spam. Un correo que llega a un destinatario que no quería recibirlo suele acabar en la basura o en el spam. Si su puntuación en calidad desciende, conseguir que sus correos lleguen de manera efectiva a la bandeja de entrada y no al spam en el futuro será complicado.
2. Podría conseguir que la lista negra
“Las listas compradas pueden tener trampas de spam o direcciones de difuntos que pueden aterrizar en una lista negra de correo electrónico. Muchos dominios corporativos usan servicios de spam como SpamCop para identificar y bloquear correos electrónicos de remitentes en listas negras”.
Anderson propone alternativas a la compra de listas de contactos:
– Haga crecer su lista a través del Inbound Marketing, estrategia centrada en la creación de contenido útil e interesante para atraer a suscriptores y clientes potenciales.
– Ofrezca opciones de suscripción personalizadas. Es raro que un suscriptor esté interesado en todos los tipos de contenido que tiene que ofrecer. Permita que se inscriban por área temática o frecuencia.
– Proporcione beneficios para los suscriptores: asegure que las personas que se suscriben a sus correos electrónicos tienen una ventaja sobre aquellos que no lo hacen.
Anderson concluye que el email debería proporcionar valor a los suscriptores, no interrumpirlos con un aluvión de mensajes de marketing. Si un destinatario no se acuerda de su empresa o no entiende por qué está recibiendo sus correos electrónicos, hay gran probabilidad de terminar en el montón de correo no leído -o peor- en una lista negra.
Extraído de: http://www.marketingdirecto.com/